19 de noviembre de 2013

BUDDY BOLDEN/ Del “hot” al jazz


El jazz nació a finales del siglo XIX en EEUU. Surgió como música marginal en los suburbios de Nueva Orleans y pronto se extendió a otras ciudades como Chicago o Nueva York, convirtiéndose en tendencia y género musical por excelencia de la década de los años 30, ya en el siglo XX. Al hablar de los orígenes del jazz los musicólogos utilizan distintos géneros matriz entre ellos  el “hot” o el “dixieland”. Respecto al primero, el “hot”, era un tipo de música que utilizaba ritmos más cálidos afinados con instrumentos de metal, especialmente trompetas. De hecho, las bandas tipo “hot” estaban integradas por instrumentos como el trombón, la trompeta o el clarinete, un instrumento armónico (normalmente el banjo) y uno para marcar los bajos. En sus primeros tiempos también se usaba el violín, más extendido y que podía sustituir a los instrumentos de metal. El segundo de estos géneros, el “dixie” será el probablemente más se acerque al jazz tal y como lo conocemos. Es una forma de hacer música cercana al swing que se desarrolló en ciudades como Chicago o Nueva York a imitación de los sonidos del estilo originario de Nueva Orleans. 

Existen diversas teorías sobre porqué aquel nuevo género, el “hot”, que bebía de otros como las marchas militares, la música tradicional afroamericana o el blues, fue bautizado con ese nombre. Según los historiadores se debe a la fusión de dos ideas que, en definitiva,  definen los rasgos o características del jazz. En aquellos años en Nueva Orleans vivían muchos sirvientes negros que habían sido criados de franceses y que normalmente habían recibido educación y técnica musical. Ellos aludían a este tipo de música como “haut” (alto) porque debía tocarse en un volumen más alto de lo normal ya que esta música solía tocarse al aire libre, en la calle o en locales grandes. Ese “alto” también hacía referencia a los tonos, que eran más agudos. Por otra parte,en aquella misma ciudad,  estaban los antiguos esclavos de  colonos ingleses, generalmente analfabetos  y que identificaron el vocablo francés “haut” con la palabra inglesa “hot”, haciendo suyas características de este adjetivo como la  improvisación, la estridencia y la espontaneidad. 



Finalmente el “hot” se caracterizará tener todos estos componentes junto

  • volumen y tono altos
  • improvisación
  • estridencia 
  • espontaneidad

¿Quienes inventaron el hot jazz? 

Estamos en el Nueva Orleans de finales del siglo XIX. La ciudad era entonces un importante puerto comercial en el que convivía un crisol de culturas y gentes. La Guerra de Secesión había acabado en 1865 y muchas explotaciones agrícolas habían desaparecido tras la contienda. Los antiguos esclavos vivían ahora en los suburbios y barrios periféricos de las ciudades, y se reunían para bailar y tocar su música. Mantenían algunas tradiciones como la de acompañar  a los muertos hasta los cementerios acompañados por bandas de música. Por otra parte, la disgregación de las bandas militares tras la guerra abrió un nuevo mercado de instrumentos de segunda mano, a muy buen precio. Por una cuestión cultural, aquellos antiguos esclavos conocían los instrumentos y estaban familiarizados con unos nuevos géneros musicales que parecían hacer furor entre la gente y que procedían de su cultura. Esto les permitió integrarse rápidamente en el mundo del espectáculo en aquella ciudad de agitada vida nocturna, especialmente como integrantes en compañías de vodevil y minstrel, géneros en crecimiento en aquel momento. 




Las improvisadas bandas de “hot” surgían en cualquier parte: en los barcos durante las travesías por el Mississipi, tras los funerales, en las casas de juego y lupanares o durante el Mardi Grass. Eran muchos los que tocaban, los que improvisaban, pero nadie lo hacía como un tal Buddy Bolden. La fama de Bolden alcanzó tal magnitud en el Nueva Orleans de entre siglos que es difícil distinguir lo que corresponde a la realidad y lo que corresponde a la leyenda. 

Buddy Bolden

Dicen que de día, Buddy Bolden (1877 – 1931)  era un hombre serio que regentaba una barbería, pero que por la noche era poseído por el espíritu de la música y era capaz de pasarse horas improvisando en fiestas, bares y funerales. Hay quien atribuye aquel énfasis a una supuesta esquizofrenia, enfermedad que le confinará en un centro psiquiátrico durante los últimos veinte años de su vida. Es cierto que la vida personal de Bolden es un tanto controvertida. Mujeriego y alcohólico, tenía también fama de ser un hombre violento. Pero en el terreno musical, sus notas rozaban la perfección. Era capaz de tocar el blues de la forma más lenta y de sacar de su corneta sonidos que jamás habían sido escuchados y hacerlo con un timbre y una potencia descomunal. A su talento musical se unía también una portentosa voz que hicieron que en muy poco tiempo  aquel chico conocido como Kid Bolden pasara a ser King Bolden, el nombre con el que pasaría a los anales como “inventor” de un género musical, el jazz, que por entonces aún no había nacido como tal. 

King Bolden tocó en mucha  formaciones hasta que en 1895 decidió formar su propia banda. Su estilo, depurado, madurado y personalizado con el paso del tiempo, le permitió conseguir mucho éxito en la primera década del siglo XX e influir en músicos de la talla de King Oliver, Jelly Roll Morton o Louis Amstrong. También es indiscutible el peso de Bolden en la Original Dixieland Jazz Band, formación originaria de Nueva Orleans y considerada la primera que hizo una grabación de jazz en el año 1917.




En el repertorio de Bolden había temas populares de baile llevados al ragtime y al blues, ambos en un sentido extremadamente lento, lo que hacía las delicias del público. Sin embargo, todo lo que conocemos de él es gracias a crónicas escritas que nos hablan de un increíble músico que tocaba la corneta como nadie. No existe ninguna grabación suya y su carrera se desarrolló antes de la expansión de la industria discográfica, lo que contribuye, todavía más, a alimentar la leyenda de King Bolden. Uno de los pocos temas que se atribuyen a Bolden es "Funky Butt", que más adelante sería conocida como "Buddy Bolden's Blues", canción que popularizó Jelly Roll Morton. (Abajo, versión de Jelly Roll Morton al piano y una más reciente del trompetista y compositor estadounidense Wynton Marsalis). 






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